Nada ofrece una mejor imagen de tu empresa que una limpieza impecable y mantenerlo todo en orden. Y no solo ya a nivel estético, también estos factores repercuten directamente en cuestiones como un buen ambiente de trabajo y una mayor productividad. Pero también es cierto que se trata de un objetivo complejo ya que es un trabajo constante y meticuloso que va a necesitar un continuo mantenimiento y supervisado para que el resultado está a la altura de nuestras expectativas. No es suficiente con limpiar y organizar nuestro espacio de trabajo para luego olvidarnos de él una larga temporada, ya que si no le dedicamos un mantenimiento la zona volverá a estar poro presentable en poco tiempo.
Recuerda que una oficina no es un almacén. El amontonamiento de objetos ajenos a ella ofrece una imagen de descuido y caos poco conveniente para tu imagen de marca. Y no solo los objetos extraños, también los propios de oficina deben aparecer en su justa medida, no en proporciones fuera de lugar. Hablamos de detalles como folios, carpetas, lapiceros o post ir. El archivo está para archivar y los papeles deben acaban en él y no amontonados en los sitios más insospechados. No solo evitaremos imagen de desorden sino que evitaremos que no consigamos encontrar ese documento imprescindible de manera rápida.
En un primer vistazo a una oficina lo primero que suele llamarnos la atención es la limpieza y orden de las mesas de trabajo. Y no solo su desorden va a repercutir en la imagen que el cliente o visitante se cree de tu negocio sino que mantener en condiciones de revista estos elementos va a traducirse en una mayor eficiencia y productividad, al tiempo que tus trabajadores se dedicarán a sus tareas en un ambiente más cómodo y motivado.
Evita comer en el espacio de trabajo, por muy poco tiempo que tengas. No va a resultar estético, tampoco higiénico, y atentará contra la limpieza de tu mesa y dela oficina, por más cuidado que tengas. Recuerda que en estos momentos aún debes disponer de desinfectante o gel hidroalcohólico en los centros de trabajos y espacios de cara al público. De esta manera daremos una buena imagen complementaria a la limpieza y reflejaremos en nuestra oficina una imagen de higiene muy valorada por los clientes.
No queda elegante que la ropa esté esparcida por la oficina, usa percheros para la ropa y accesorios para los paraguas. Evita decoraciones recargadas o fuera de lugar y crea un ambiente agradable mediante una iluminación adecuada. Mantén el hábito del orden y la limpieza con medida frecuencia. Es muy usual que en las empresas este servicio se lleve a cabo mediante un servicio externalizado de limpieza con la experiencia necesaria como para mantener impecables las zonas que están cara al público y los rincones escondidos que acumular suciedad. Y es que de nada sirve que tu puesto de trabajo esté inmaculado y los rincones acumulen polvo y telarañas yq que eso nos va a obligar a limpiar el escritorio más frecuentemente al recibir suciedad de otras zonas.
Se recomienda que una oficina tenga una limpieza correcta al menos una vez a la semana. Debería consistir en limpieza de estanterías y mobiliario, cristales y persianas, pomos y marcos de puertas, suelo, y aquellos rincones que acumulan suciedad. Para evitar una suciedad desmesurada podemos implantar medidas preventivas básicas como colocar una alfombrilla en el suelo a la entrada y ocuparse inmediatamente de líquidos derramados o manchas.
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